“RIQUEZA O POBREZA ES UN ESTADO MENTAL ¡TU DECIDES!"
Las 10 reglas de la pobreza.
Regla 1. Nunca tendrás disponible ni una moneda para invertir, pero siempre las tendrás para gastar.
Regla 2. Siempre gastarás más de lo que ganas.
Regla 3. Te pasarás el mayor tiempo posible viendo la televisión o acostado en cama oyendo la radio.
Regla 4. Nunca abandonarás la seguridad de un empleo, ni te permitirás la humillación de que tus amigos te vean vendiendo algo.
Regla 5. Siempre prestarás a todo mundo confiando siempre en su palabra, sin tomar posesión de garantía alguna por lo que prestas.
Regla 6. Tendrás siempre la peor opinión de los ricos y de toda la gente próspera, porque de seguro que su fortuna está mal conseguida. Más vale ser pobre que rico y desgraciado. Recuerda que el dinero es la raíz de todos los males.
Regla 7. Siempre te consentirás todos tus antojos de comida, bebida, diversiones, viajes, fiestas y celebraciones, porque la vida es corta y los sacrificios nunca han servido de nada. Ahorrar e invertir es de los avaros y agarrados. Gasta como si no hubiera mañana (que tal vez no lo habrá) y cuida que no se te note la crisis.
Regla 8. Procura entregar un buen porcentaje de tu dinero a los negadores de la mente y a los abusadores de la fe. Ellos te dicen que el dinero es malo y por eso te lo quitan con todo tipo de engaño y artimañas (al cabo que en el cielo no lo vas a necesitar). Además, para que vas a ayudar tu haciendote rico, deja que ellos distribuyan tu dinero a los que pasan hambre en este planeta.
Regla 9. Llénate de compromisos y préstamos con tasas de usureros.
Regla 10. Da a todo el que te pida y sobre todo, asume la responsabilidad de las vidas, problemas y finanzas ajenas. Ayudar está bien, pero primero debes ayudarte a tí mismo. Nadie puede dar de lo que no tiene ¡tu tampoco!.
Si cumple con todas estas diez reglas y es seguro que vivirá en pobreza. La pobreza es mental, la riqueza también.
Ahora bien nuestra propuesta es que seas de los producen más, de los que añaden valor al mercado y ganan en grande.
Hazte rico en la mente e inevitablemente te harás rico en los bolsillos.
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